domingo, 28 de octubre de 2007

Sancti Petri - La Barrosa

Mi colega Antonio me dice que tengo la página un poco abandonada, así que empezaré a contar una serie de rutas que realicé el verano pasado. Empezaré por esta de Sancti Petri - La Barrosa.
Era una apacible mañana en Valdelagrana, lugar en el que habito durante el verano, cuando salí dirección a Chiclana. El motivo no era otro sino el afán de acabar la ruta de 130 Km. que había realizado con el Club. La cuál para mi gusto fue inacabada porque deberíamos llegar desde Roche a Sancti Petri y en aquella ocasión volvimos por Campano.
En fin que con ganas de conocer lo que no había visto empecé a pedalear hacia Chiclana. Me adentré en los Toruños hacia Puerto Real, hasta que llegué al Hospital Universitario.

Entonces me asaltó la duda de seguir por El Barrio Jarana o adentrarme en el Corredor verde dos Bahías. Los dos me llevaban al mismo sitio la carretera del Marquesado, por uno iría cómodamente por una zona asfaltada y por otro por el parque de las cañadas rodeado de Pinares.
Entonces me decidí por este último pero no con un poco de recelo ya que sé que en algunas parcelas, que rodean los pinares, hay algunos perros sueltos y dada la hora que era, 8:00 de la mañana, no habría nadie para retenerlos. Armado de valor y consciente del peligro seguí por el corredor atravesando el Pinar.
Una vez en la carretera del Marquesado pedaleé hasta Chiclana.

A su entrada tomé el camino de la Barrosa hacia el Poblado de Santi Petri. Fue sensacional la playa estaba magnífica y el viejo poblado Atunero había sido reconstruido, la última vez que estuve, sólo recordaba las viejas ruinas de aquel pueblo.
Me acordé entonces que era un buen momento para hacer un alto y recuperar energías en uno de los bares de la zona. No había muchos veraneantes quizá fuera todavía bastante temprano. El caso es que el mozo que atendía, quizá por el disfraz de ciclista que llevaba, no me echó mucha cuenta y tuve que ir a buscarlo, si hubiera llegado con una camiseta y bermudas o con un períodico bajo el brazo hubiera entendido mi intención de tomar algo.

Recuperada las fuerzas como manda los cánonnes y como no podía ser menos, continué por el carril bici que me llevaba a la Barrosa. Empezé entrando en todas las desviaciones a la playa y sacar fotos. Mi idea era seguir lo más cerca del mar. Hasta que llegué a Novo Sancti Petri.
Lo cierto es que no existe como tal un camino practicable cerca de la playa. Hay varias entradas con caminos de madera y parte cortada por edificaciones que casi llegan a la arena. En una de ellas casi clavo la rueda delantera con el peligro que ello conlleva pero tuve suerte y el peso de mi vieja bici impidió que callera. Durante varias ocasiones pude seguir cerca de la playa pero siempre volvía al carril bici.

Al final en una rotonda me encontré con un Ciclista de carretera y le pregunté cómo llegar al Roche. Estaba justo donde volvimos para Campano la última vez en la ruta de los 130 Km. Por sus indicaciones lo había conseguido y recorrido todo el camino que en aquella ocasión no había llegado al ver.

Seguí un poco más y en una de las entradas decidí saltar la valla de madera. Empecé por una senda parecida a la de los Acantilados hasta que llegué a un hotel. Alli los caminos estaban acerados y sólo patones y bicicletas podían circular. Estaba muy bien cuidado y para suerte mía encontré un panel donde se veía toda la ruta que había realizado por la costa.

Con ganas de seguir y dirigirme a los acantilados no tuve otro remedio que volver y tomar dirección a Chiclana para no llegar más tarde del medio día.
En total fueron 95Km. y he de deciros que disfruté muchísimo, encontré una nueva perspectiva al visitar esas playas que todavía recuerdo de mi juventud, cuando aún no había nada construido en esa zona.
La vuelta la realicé por el Chiclana, Barrio de Jarana , Puerto Real, Camino de la Universidad y los Toruños. Un día inolvidable.

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